Texto: CelAlv
Los Spengler regresan a la icónica estación de bomberos de Nueva York donde todo iniciara para darle un nuevo nivel al “ghostbusting”. Zedd no ha perdido el tiempo y se ha aliado con otros científicos para tratar de mejorar y reacondicionar las trampas y armas que en su momento los primeros Cazafantasmas desarrollaron. Todo esto al tiempo que Phoebe, Gary, Callie y Trevor tratan de desenmarañar su nueva dinámica familiar.
Sin embargo, las cosas se complican cuando el alcalde de Nueva York decide sacar a Phoebe de su oficio como cazafantasma al ser una menor de edad, y al mismo tiempo, un extraño artefacto embrujado cae en manos de Ray y su ahora socio Podcast. ¿Podrán los viejos y los nuevos Cazafantasmas combatir al más temible y antiguo espectro que se ha cruzado en su camino y que, obvio, quiere destruir el mundo?
Totalmente fiel al encanto de su predecesora y alineada a la era del cine nostálgico que estamos viviendo, resulta divertido adentrarse a las dinámicas de una nueva familia que a la par “atrapa” fantasmas. Gary quiere descubrir cuál es el mejor approach para ser “el nuevo papá”, Callie solo sigue queriendo sacar adelante a sus ahora hijos adolescentes, Trevor quiere manejar el Ecto 1 y Phoebe…sigue tratando de encontrarse un sentido además de ser una Spengler. Todo esto combinado con un amenazante demonio de la antigua Asia que quiere venganza contra el mundo.
Reitman lo deja claro, estas películas son un completo homenaje a la creación de su padre, al universo que ha dado 5 películas y dos décadas de personajes entrañables. La sensación es de que él se ha depositado en Phoebe tratando de continuar la historia de Ivan.
Dirigida por Gil Kenan y co-escrita por Reitman, Kenan y Jason Blumenfeld, esta historia es lo que necesita ser, familiar, entretenida y con mini pufts haciendo de las suyas. Probablemente no sea de esas películas que cambien la historia del cine ni que vayan a estar nominadas a mejor guion en la próxima entrega de los Oscares, pero seguro es una película que los va a hacer sonreír y disfrutar durante el fin de semana.