Texto: Jorge González
La heredera de la mafia es una comedia sencilla sobre una ama de casa en un mal momento con su familia y en su trabajo que recibe una invitación al funeral de su abuelo en Italia. Por supuesto la situación escala desde ahí y ella toma el mando de una pequeña rama de la mafia que justamente se encuentra a mitad de una guerra de territorios, Kristin la protagonista es accidentalmente eficaz en dar algún indicio para fortalecer a su familia y con la ayuda de la asistente de su abuelo termina aceptando utilizar su fuerza para sus propios proyectos. Hay un desbalance extraño entre una comedia muy ligera y una violencia bastante extrema, eso es algo que quizá vale la pena advertir para espectadores sensibles -estos comentarios los hago basandome en las reacciones que pude apreciar en distintos momentos de risa en la sala que pasó de risas intensas a literalmente cubrirse los ojos o expresar sorpresa y disgusto-.
La cinta llega a salas nacionales tras haber tenido que competir sin mucho éxito contra Suzume o El Exorcista del Papa, trae malas críticas, para el público estadounidense está llena de cliches infumables, pero mi experiencia en la sala dice que el público nacional de hecho puede divertirse aún con ellos por más que algunos puedan parecer mal vistos, yo mismo estaría tentado a darle a la cinta una calificación positiva respecto a ese humor que vi efectivo en la sala, el abrazar su simpleza y el crear personajes hasta cierto punto agradables para las situaciones peculiares en que les envuelve, pero el cierre de la cinta toma quizá más giros de los que puede controlar lo que hace que el final tenga al menos una secuencia y desarrollo innecesarios que pelean un poco contra la lógica inicial de la película ciertamente no en favor de la historia.
Pero antes del cierre tan apretado la verdad es que la cinta parecía golpear a veces los lugares adecuados para entretener a su público, aún tras cerrar tan negativamente le recomendaría por encima de otras piezas que tienen el mismo contraste entre la risa y la violencia como la infame BoP.
