Texto: Elliot Barrascout Ramírez

Fotografías: Alex Hernández

La icónica banda Bronco regresó a la Arena CDMX para presentar su nueva gira y álbum titulado Dejando Huella. Aunque algunos asistentes esperaban un espectáculo similar al que ofrecieron en septiembre de 2024 para celebrar su 45 aniversario, la agrupación sorprendió con una propuesta completamente renovada, desde la producción visual hasta la duración del show. Desde el inicio, la banda prometió que sería la presentación más extensa de la gira, y así fue, entregando más de tres horas de música en la capital mexicana.

A las 21:36 horas, las luces se apagaron y Bronco inició su espectáculo con el clásico Amigo Bronco, seguido de grandes éxitos como Oro y Mírenla, mírenla. La primera gran sorpresa de la noche llegó con la participación especial de Bobby Pulido, quien interpretó su emblemático tema Desvelado, desatando la euforia del público. Pulido no se despidió de inmediato y, junto con Bronco, interpretó Nunca voy a olvidarte, uno de los momentos más emotivos de la velada.

El concierto continuó con un repertorio variado que incluyó temas poco frecuentes en sus presentaciones, tales como Déjame amarte otra vez, ¿A qué le tiramos?, No tengo más que una canción y Quiéreme como te quiero. Estos temas fueron coreados con entusiasmo por los miles de asistentes.

A medida que avanzaba la noche, la energía del público se mantenía en alto con canciones icónicas como Libros tontos, Voy a tumbar la casita, Con zapatos de tacón, Grande de caderas, Tres heridas, Dos mujeres, un camino, Si te vuelves a enamorar y Sergio el bailador, este último marcando el supuesto cierre del evento. Sin embargo, ante los gritos de “¡Otra, otra!”, Bronco regresó al escenario para continuar con más éxitos.

El encore incluyó temas como Corazón duro, Adoro, Mi chica difícil y El sheriff de chocolate. La segunda gran sorpresa de la noche fue la participación de Los Socios del Ritmo, quienes interpretaron su clásico Llorar y llorar. Para cerrar con broche de oro, ambos grupos unieron sus voces en el himno de Bronco, Que no quede huella.

Con cerca de 20 mil asistentes, la noche culminó con No nos vamos a olvidar, una despedida emotiva que dejó a los fans con la piel erizada y la esperanza de un pronto regreso de la legendaria agrupación, que sigue vigente después de 46 años de trayectoria.

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