Texto: Havok
En los dibujos animados, Peter Pan es un niño bueno que sueña con hacer felices a todos los niños, llevarlos a volar y mostrarles el mágico país de Nunca Jamás. Sin embargo, en esta ocasión, los directores Scott Chambers y Rhys Frake-Waterfield nos presentarán una versión retorcida de este clásico, sumergiéndonos en su universo alternativo del Twisted Childhood Universe (TCU).
Con “Peter Pan: Pesadilla en la Tierra del Nunca Jamás”, como su tercera entrega en cines, el personaje de Peter se aleja de su imagen tradicional. Aquí, lo vemos como un villano marcado por problemas familiares, especialmente con su madre, quedando traumado por su pasado. Junto a “Tinkerbell” (reinventado como un trasvesti drogadicto), ambos buscarán capturar niños para llevarlos a Nunca Jamás, pero no de la manera tierna y amistosa que conocemos.
Los nombres clásicos como Wendy y Garfio también reciben un giro en esta historia. Garfio, por ejemplo, se convierte en una criatura mucho más aterradora; mientras que el elenco, que incluye a actores como Philip Philmar, Peter DeSouza, Martin Portlock y Charity Kase (de RuPaul’s Drag Race), nos ofrece una recreación escalofriante de lo que alguna vez fue un cuento infantil.
A diferencia de entregas anteriores como la de Winnie Pooh, esta película destaca por un mejor desarrollo tanto de trama como de personajes, quienes han sido transformados en figuras de horror. El giro hacia el slasher es efectivo, acercándonos más a una atmósfera de terror realista, lo que hace que, a pesar del tono sombrío, nos sintamos un poco más conectados con algunos personajes. Las escenas cómicas y sangrientas están presentes, y, aunque el presupuesto no es alto, los efectos no nos dejarán de sorprender.
En resumen, “Peter Pan: Pesadilla en la Tierra del Nunca Jamás” es una opción recomendable para quienes busquen un rato de diversión mezclado con risas, sangre y, por supuesto, algunos sustos.
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