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Nacho Vegas: Una noche llena de dry martini s.a. y nostalgia

Texto: Irving Torres Yllán

Fotografías: OCESA / Santiago Covarrubias

Cuando el Pepsi Center exclamó al unísono eso de “es que me voy a morir y cuando digo voy, es ¡voy!” la gente ya sabia que había vivido una de las más grandes presentaciones del cantautor español Nacho Vegas, una donde la comunión entre público y músicos fue perfecta, una noche redonda donde los temas de amor, de nostalgia, con aires de travesuras, permearon cada momento.

En punto de las 20:30, Nacho Vegas saldría al escenario, austero, con tres planetas colgando del techo, para interpretar “Belart”, tema con el que inicia su más reciente disco y el motivo de esta gira, “Mundos inmóviles derrumbándose”, la cual cerró telón con sus dos presentaciones en México, primero en Guadalajara y después en la ciudad de México. El siguiente tema sería “Va a empezar a llover”, de “El tiempo de las cerezas”, ese ahora mítico disco grabado a dueto con Enrique Bunbury y que lo traería a México por primera vez en enero del 2007, para presentarse juntos en el Teatro Metropólitan.

“Ser árbol” y “Reloj sin manecillas” cederían su espacio a “El don de la ternura” donde ya podía palparse en el ambiente que se estaba viviendo una noche especial, lo que sería confirmado con “Ciudad Vampira”, donde la crítica a la violencia que azota a grandes ciudades del mundo sería referenciada de forma directa al reconocer que podría estar hablando de León, Guanajuato, o la misma Guadalajara, la entrega de la audiencia se reflejaría con el grito de “Matar Vampiros” asumiendo la única misión tenemos.

Otro de los momentos altos de la noche se vivió con “Lo que comen las brujas” donde el estilo juguetón de las letras de Nacho encuentran un eco bastante disfrutable, apoyándose en los temores infantiles y en la forma los padres, amorosos, los fomentan. “Nuevos planes, idénticas estrategias” daría paso a “Bravo”, tema que Nacho comentó no habían interpretado en casi 15 años.

Nacho recordaría que en el inicio de la gira mexicana, hace un par de años, conocería a una chica de nombre Andrea en Guadalajara, quien cometería suicidio hace unos meses y a la que dedicaría el tema de “Ramon In” donde el coro final con su “El día en que Ramón murió, cada uno con sus asuntos, hicimos muchas cosas a la vez, pero ninguna juntos, tantas cosas a la vez, pero ni una sola puta cosa juntos” cobraría nuevos significados. 

Otra de las sorpresas de la noche sería “Dry martini s.a.”, canción de “El manifiesto desastre” donde con una desgarradora interpretación nos lleva a conocer una relación que se ha desgastado hasta el fondo, donde nos recuerda los riesgos de perder el sentido de las relaciones que empiezan como un juego, aunque al final, menos mal, siempre nos quedará “dry martini, sexo anal”.

Antes de interpretar “El Big Crunch” invitaría al escenario a una organización proPalestina, quienes señalarían detalles del genocidio se esta cometiendo en la franja de Gaza, con más de 25 mil muertos, la mayoría civiles asesinados en una intensa campaña de limpieza étnica librada en la zona. Momento que sería seguido por “La gran broma final”.

El término de esta parte del concierto sería con el himno más grande de Nacho, “El Hombre que casi conoció a Michi Panero”, donde los coros alcanzarían uno de los momentos más intensos de la noche y muchos rostros mostrarían lágrimas y, sobre todo, una identificación con su letra que reindivica al ser humano ante lo que el mundo desea.

El encore llegaría con la furia de “El ángel Simón”, tema inspirado en su padre, quien muriera de un infarto en la soledad y cuyo cuerpo sería hallado tres días después, una brutal carta de reclamo, despedida y amor. El último tema de la noche sería “La pena o la nada”, donde la gente se entregaría de forma completa, gritando eso de “Y te vi llorar, un río a cada lado, de tu rostro sin desmaquillar como la propia Katy Jurado, con las nubes negras detrás, como el negro escuchando a Van Zandt cantar “Waitin’ around to die”, como Juana de Arco al arder, como el santo a punto de perder la fe… y te vi llorar, y entre el dolor y la nada elegí el dolor”. Tema que se grabaría en la mente de la gente, quien seguiría aferrada a cantarle aun dentro de los sanitarios del lugar y camino a las salidas del Pepsi Center.

SETLIST

Belart

Va a empezar a llover

Ser árbol

Reloj sin manecillas

El don de la ternura

Ciudad Vampira

Esta noche nunca acaba

Abnegación

Lo que comen las brujas

Nuevos planes, idénticas estrategias

Bravo

Ramón In

El mundo en torno a ti

Cómo hacer crac

Dry Martini S.A.

Big Crunch

La gran broma final

El hombre que casi conoció a Michi Panero

ENCORE:

El ángel Simón

La pena o la nada

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