El próximo 8 de mayo de 2025, el Pepsi Center WTC en la Ciudad de México se convertirá en el epicentro de una de las noches más esperadas por los amantes del indie rock: Bloc Party regresará al país para celebrar el vigésimo aniversario de su álbum debut, Silent Alarm, con un concierto especial que promete ser tanto una explosión de nostalgia como una reafirmación de su legado musical.
Cuando Silent Alarm salió en 2005, irrumpió con una mezcla electrizante de guitarras angulosas, ritmos vertiginosos y letras que hablaban de ansiedad, deseo y alienación. Canciones como “Helicopter”, “Banquet” y “This Modern Love” se convirtieron en himnos generacionales, no solo por su sonido, sino por capturar a la perfección el espíritu de una época. Ese disco no solo definió la carrera de Bloc Party: ayudó a darle identidad a toda una camada de jóvenes que buscaban algo más allá del mainstream.
Ahora, dos décadas después, la banda liderada por Kele Okereke prepara una gira que recorre Silent Alarm de principio a fin. Más que un repaso nostálgico, el show es una celebración del poder duradero de un álbum que sigue vigente, tanto en sus letras como en su energía cruda. La formación actual —que incluye también a Russell Lissack en la guitarra, Justin Harris en el bajo y Louise Bartle en la batería— ha sabido mantener la esencia del grupo mientras evoluciona con los años.
En lo personal, creo que este concierto es más que una fecha en el calendario: es un reencuentro emocional. Para muchos, Bloc Party fue una banda que marcó una etapa formativa. Revivir ese disco en vivo, con todo lo que implica volver a escucharlo sin interrupciones, es una experiencia que va más allá del entretenimiento. Es una forma de volver a conectar con el yo de hace veinte años, con la persona que descubrió en ese álbum una voz que hablaba de lo que sentía pero no sabía poner en palabras.
Los boletos ya están a la venta a través de Ticketmaster y en taquillas del recinto, con precios que van desde los $770 hasta los $1,480 pesos, dependiendo de la sección. Y aunque el paso del tiempo ha cambiado muchas cosas, la emoción de escuchar ese inconfundible riff de “Banquet” en vivo sigue siendo tan poderosa como la primera vez.
Bloc Party vuelve a México con un disco que no ha envejecido, sino madurado. Y los que estuvimos ahí desde el principio —y los que llegaron después— estaremos listos para cantarlo, sentirlo y celebrarlo como se merece.
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