Texto: Jorge Gonzáles

La Leyenda de Ochi es una apuesta interesante para A24 de crear una aventura para toda la familia conservando la estética e incluso los ambientes de sus cintas previas -la mayoría cintas de terror, pero algunas de las mejores curiosamente no lo han sido-la familia conservando la estética e incluso los ambientes de sus cintas previas -la mayoría cintas de terror, pero algunas de las mejores curiosamente no lo han sido- 

Dicho esto, muchas de las excentricidades y discontinuidades narrativas de la productora se mantienen en esta pieza, una prueba de ello sería lo poco que la sinopsis realmente nos dice respecto a los personajes y su viaje.

La joven Yuri vive en una familia que teme y caza a los Ochi de su región, pero la distancia con su padre y hermano adoptivo le hace decidir ayudar a una cría que cayó presa durante la cacería, su viaje no resulta necesariamente largo aunque si está lleno de paisajes hermosos. 

Su surrealismo llega más allá de los Ochi cuando una mordida le permite a la chica -y brevemente al espectador a través de subtítulos- entender lo que dice la pequeña criatura que intenta salvar.

En realidad lo curioso es como la familia humana revela sus antecedentes, sus heridas y logran ir más allá de ellas y de sus prejuicios bien enraizados para presenciar el viaje y no tratar de interrumpirlo -lo que de hecho intentan durante buena parte del metraje–.

Quizá los desarrollos de personaje habrían requerido un poco más del tiempo como ocurre en otras producciones de la misma casa, pero hay un buen despliegue actoral, el look ya conocido de A24 y un CGI muy bien logrado para compensar un poco ello.

Los personajes logran terminar en un lugar que se siente adecuado -aún si los cambios quedan solo vagamente trazados- a pesar de haber iniciado en lugares demasiado comunes del cine actual -tanto de A24 como de otros origenes-.