Texto: Deftone
Fotografías: Zignia Live / Moisés Arellano
La Arena Ciudad de México fue testigo de una de las congregaciones más esperadas por los devotos del metal en sus múltiples vertientes: el festival Monsters of Rock. Con un cartel de alto calibre encabezado por los legendarios Judas Priest y los suecos progresivos de Opeth, el recinto al norte de la capital mexicana se convirtió en un templo sonoro en el que el pasado y el presente del género se abrazaron en una celebración cargada de potencia, virtuosismo y nostalgia.
A las 21:00 horas, Opeth apareció en escena para calentar motores. Sin una gran introducción, pero con una presencia firme y sobria, comenzaron su set con la hipnótica “§1”, envolviendo al público en una atmósfera densa y meditativa, característica del estilo que han refinado durante décadas. La ejecución técnica fue impecable, con una mezcla de brutalidad controlada y pasajes melódicos que navegaron entre lo sombrío y lo sublime.
Le siguieron “Master’s Apprentices” y “§3”, temas que desplegaron estructuras complejas y una producción sonora pulcra, sin perder la crudeza que caracteriza a la banda. El momento culminante llegó con “Ghost of Perdition”, una pieza emblemática que levantó vítores en toda la arena por su intensidad y su cambio constante de texturas. “In My Time of Need”, por su parte, brindó una pausa introspectiva, teñida de melancolía, que fue recibida con respeto y silencio atento por parte de los asistentes. “Sorceress” y “Deliverance” cerraron su presentación con fuerza y elegancia, dejando al público en un estado de expectativa palpable.
Pasadas las 22:40 horas, las luces se apagaron de nuevo. Tras unos segundos de penumbra, el rugido de la multitud anunció lo inevitable: Judas Priest subía al escenario. La banda británica, pionera del heavy metal, comenzó su set con “Panic Attack”, tema de su más reciente álbum Invincible Shield (2024), demostrando que su fuego creativo sigue intacto. Lo que siguió fue una descarga de clásicos atemporales y ejecuciones poderosas que reafirmaron su estatus de leyenda viva.
Temas como “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Breaking the Law”, “Rapid Fire” y “Turbo Lover” fueron interpretados con una precisión demoledora. Rob Halford, con voz firme y presencia imponente, lideró a una banda cuya maquinaria sigue funcionando como en sus mejores años. Destacó la interpretación de “The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)”, un cover de Fleetwood Mac que lleva décadas en su repertorio, y que fue recibido con entusiasmo por los asistentes.
El final del set principal llegó con “Painkiller”, tema icónico que provocó uno de los momentos más estruendosos de la noche. Sin dar tregua, la banda regresó para un encore con tres joyas: “Electric Eye”, “Hell Bent for Leather” y “Living After Midnight”, cerrando una velada que será recordada como una de las más intensas en la historia reciente del metal en México.
El Monsters of Rock 2025 en la Arena Ciudad de México no solo reunió a dos gigantes del género, sino que confirmó que el metal, en todas sus formas, sigue siendo una fuerza cultural viva, apasionada y multigeneracional. Opeth ofreció la introspección oscura del metal progresivo; Judas Priest, la contundencia directa del heavy clásico. Y el público, un mosaico de jóvenes y veteranos, respondió con una entrega absoluta.
@cine_frame Una noche histórica para los amantes del metal. Judas Priest encendió la Arena CDMX con poder, riffs y una conexión brutal con el público. No todos los días se vive un momento así. @Judas Priest | #concierto2025 #metalenvivo #arenacdmx #breakingthelaw #britishsteel #monsterofrock #zignialive
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