Texto: Diana Rodríguez 

Fotografías: Diana Rodríguez 

Si alguien pensaba que Pedro Fernández ya era cosa del pasado, la noche del 9 de mayo dejó claro que el charro consentido sigue más vivo que nunca. Con un show que fue puro corazón, tradición y fiesta, Pedro se apoderó de la Arena Ciudad de México para celebrar sus 48 años de carrera como se debe: con un conciertazo lleno de éxitos, sorpresas y muchas emociones.

Desde que se apagaron las luces y arrancaron los primeros acordes del mariachi, el ambiente se encendió. Pedro salió vestido como todo un ícono: traje de charro negro con detalles plateados y una capa blanca que hacía que se viera como salido de una película. Apenas pisó el escenario, los gritos y aplausos lo envolvieron. Se notaba que el público —madres, familias completas, fans de toda la vida y hasta algunos más jóvenes— ya estaba listo para una noche épica.

Y vaya que lo fue. El show arrancó con temas como “Como te extraño mi amor” y “Los hombres no deben llorar”, que de inmediato pusieron a todos a cantar con sentimiento. Entre canción y canción, Pedro se mostró súper agradecido y hasta conmovido por el cariño de la gente. “Esta noche es para todas las mamás, las que están aquí y las que están en el cielo”, dijo, y el aplausómetro se volvió loco.

Durante más de dos horas, Pedro llevó al público de la mano por un viaje musical que abarcó todas las etapas de su carrera. No faltaron rolas como “Mi forma de sentir”, “Bésame morenita”, “El siete mares”, y hasta un popurrí en honor a José Alfredo Jiménez que puso la piel chinita a más de uno.

Pero la verdadera sorpresa llegó cuando Emir Pabón y su Grupo Cañaveral subieron al escenario. En cuanto sonaron los primeros beats de cumbia, la Arena se transformó en una pista de baile gigante. Pedro, con toda la actitud, se echó un par de canciones con ellos que desataron una nueva ola de aplausos. Fue ese tipo de momento inesperado que se queda grabado.

Y claro, el final tenía que ser legendario. Con “Me encantas”, “Amarte a la antigua”, “Yo no fui” y, cómo no, “La mochila azul”, Pedro cerró la noche entre aplausos, coros masivos y hasta uno que otro intento de falsete entre el público. Ese último tema, con el que todo empezó cuando era apenas un niño, fue la cereza del pastel.

El “Ave Fénix Tour” no es solo un show más en su carrera; es la prueba de que Pedro Fernández sigue reinventándose, volando alto y conectando con generaciones nuevas y de siempre. Y sí, esa noche en la Arena CDMX, el Ave Fénix volvió a levantar el vuelo.

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Una noche simplemente inolvidable con @Pedro Fernández en la Arena CDMX. El Ave Fénix Tour nos regaló un recorrido por su carrera, lleno de emociones, nostalgia y mucho orgullo mexicano. Su voz, su carisma y ese mariachi espectacular nos pusieron la piel chinita. Cada canción fue un himno, cada momento un recuerdo. Pedro no solo canta, ¡es una leyenda viva del regional mexicano! Gracias por seguir llenando de magia los escenarios. #pedrofernandez #avefenixtour #arenacdmx #mariachi #regionalmexicano #musicamexicana @Zignia live

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