Texto: Jorge González

Saturday Night es una de esas películas que debería haber hecho más ruido pero quizá ha sido robada de su impacto por una temporada controversial de premios. Su Director realmente logra transmitir el caos de la pre-producción televisiva a veces con miras frenéticas y planos que recorren camerinos y pasillos de maneras que podrían recordarnos a Birdman, pero no hay una intención pretenciosa en ello, la historia y los personajes vienen al centro, la recreación de la época cuando alcanzamos a visualizar las calles de New York es de lo mejor logrado en mucho tiempo, la cinematografía y la dirección de arte logran una sinergia increíble y los actores están ahí recordándonos un pasado cada vez más remoto pero aún algo cercano a través de las leyendas de las películas que nos acompañaron desde la infancia y de un show que sigue siendo transmitido y ha evolucionado a lo largo de medio siglo.

Saturday Night es una película bien lograda, su núcleo puede encontrarse en un show que no nos impacta tanto como a los Estadounidenses pero de nuevo hemos sido testigos de sus repercusiones. Cada visita a las décadas del siglo previo nos permite ver lo mucho que ha cambiado el mundo en el margen de tiempo que aún abarca a personas viviendo y caminando junto a nosotros, a veces incluso que nos abarca a nosotros mismos. 

Es una recomendación sin duda entendiendo sus intenciones, la fortaleza que esa historia permite y quizá lo poco que puede salir a dar un mensaje con ello (después de todo sabemos que historicamente algunos de los protagonistas eran criticables desde su óptica y tanto más desde la nuestra) -sin embargo las veces que intenta emitir ideas desde la sensibilidad moderna son quizá sus únicos momentos desafortunados aunque los personajes logran redimirse de tal sinsabor en sus otras participaciones-.