Texto: A. J. Navarro
Fotografías: A. J. Navarro
Desde Glasgow, Escocia, la historia de Simple Minds continúa creciendo más allá de las fronteras británicas y de un icónico tema que se ha convertido en himno para varias generaciones. La Arena Ciudad de México se convirtió en el lugar que revivió el lenguaje universal de sus letras, aquel que Jim Kerr y Charlie Burchill, los dos miembros fundadores de la agrupación original que quedan en la alineación, han sabido transitar por décadas.
Siendo una de las bandas más influyentes de la escena británica en la década de los 80, el recinto de Avenida de las Granjas tristemente tuvo una pobre entrada para recibir al dúo con otros cuatro músicos que los acompañan en este Global Tour, pero eso no permitió que el ánimo de los escoceses decayera, sino por el contrario, dieron un toque especial a los asistentes a esta velada rockera que sintieron una conexión más cercana con la banda.
Sin dilatar mucho, fue en punto de las 9:15 de la noche que Simple Minds saltó al escenario con un Jim Kerr con la energía a tope. El ánimo del vocalista se sintió desde el inicio con Waterfront, del álbum Sparkle in the Rain, donde el escocés bailó y se arrodilló ante los fans, la mayoría rondando los 40 años para arriba, que le respondieron con aplausos y amor a su líder espiritual.
“Ciudad de México, es un gusto estar aquí con ustedes. Alcen las manos”, pedía Kerr mientras The Signal and the Noise, llevándonos desde su clásico sonido ochentero hasta uno de los álbums más recientes lanzamientos por la banda, Walk Between Worlds, donde la corista que los acompañaba lució la fuerza de su voz al lado de Jim, que entusiasmaba a la gente al declarar “apenas estamos calentando”.
Speed Your Love y Let There be Love pusieron la dosis adecuada de balada romántica que Simple Minds disfruta de otorgar. “Estamos encantados de estar aquí, gracias por recibirnos de nuevo”, decía en una pausa el vocalista. “Es un placer tocar para ustedes y gracias por venir a vernos”, decían a los escasos asistentes en el lugar, siendo la parte de abajo la más llena de todas.
Los escoceses no paraban y Kerr, a pesar de la edad, continuaba mostrando una vitalidad admirable en el escenario, contagiando al público con su fuerza escénica mientras el resto de Simple Minds hacía lo suyo. El aplauso de la gente sonaba fuerte en la Arena, misma que a pesar de la poca entrada, se hacía sentir con cada acorde y verso de sus adorados músicos que mantienen aún ese espíritu accesible y directo que los identifica sobre otros.
De alguna forma, la poca gente hizo que esta tocada se sintiera en mayor intimidad con la agrupación, que continuaba con She’s a River su buen momento, teniendo Kerr y compañía una pequeña pausa para descansar y controlar así la fatiga creada por la altura. Esto fue aprovechado por la baterista, que ofreció un solo en el que lució con creces el talento que tiene, algo que Kerr destacó al volver al escenario, pidiendo aplausos para “la bebé del grupo”, por ser el miembro más joven de Simple Minds actualmente. “A eso le podemos llamar poded femenino”, afirmaba.
El vocalista aprovechó para presentar a todos con los que compartía escena esta noche y continuar con See the Lights, donde el público alzó las manos para seguir el flujo de la rola. El éxito Once Upon a Time fue el elegido por Kerr para insistir en que esto seguía siendo apenas un calentamiento. Aunque la banda parecía caminar en diferentes puntos de su longeva historia, fue el álbum del tema homónimo el que le otorgó mayores alegrías a los fans en esta velada sencilla pero mágica con sus ídolos ochenteros.
I Wish you were Here y All the Things She Said fueron abrazadas por los asistentes que estaban esperando el momento culminante de la noche con el tema clásico de la cinta de John Hughes que, a pesar de no ser del agrado de Simple Minds al inicio, ha crecido en la memoria de varias generaciones que volvían a ser adolescentes cada vez que suena en la radio.
Y así, el Club de los Cinco se convirtió en cinco mil con Don’t You Forget About Me en una versión extendida en el que los cánticos de “la la la la” retumbaron fuerte y se robaron el corazón de Kerr y compañía, siendo los 10 minutos más gloriosos de esta presentación, que continuaba justamente con otro gran éxito de los escoceces, Sanctify Yourself.
De forma expedita la noche comenzaba a llegar a su final y como buen cierre, Simple Minds se aventó cuatro temas seguidos, siendo Dolphins el que comenzaba la amena despedida de los escoceces qua estaban dispuestos a decir adiós con un gran sentimiento recíproco. Y así fue, pues el final se vino con todo al entonar otros grandes clásicos. Someone Somewhere in Summertime, Alive and Kicking y Ghost Dancing fueron la cereza escocesa de un pastel musical que hizo que brindáramos por este dúo y sus fans, aquellos que permanecen estóicos con el paso del tiempo y siguen defendiendo, con letras y ritmos, el rock inolvidable que los ha hecho estrellas internacionales.
@cine_frame Una noche mágica reviviendo los 80’s con el himno “Don’t You (Forget About Me)”, parte de la legendaria película The Breakfast Club. El 07 de mayo, la nostalgia se apoderó de la Arena Ciudad de México. ¡Gracias por tanto! @Simple Minds | @Zignia live #simpleminds #globaltour2025 #arenacdmx #dontyouforgetaboutme #80s
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