Texto: Havok
Fotografías: Alex Hernández / @aleexhernaandeez
En esta ocasión, tuvimos el privilegio de asistir al Auditorio Nacional para celebrar el Bicentenario de la sinfonía No. 9 en Re menor, Opus 125 de Ludwig Van Beethoven. Esta obra maestra, se estrenó por primera vez en Viena el 7 de mayo de 1824, ahora, 200 años después presenciamos la combinación de orquesta, coros y cantantes para la interpretación de esta obra.
El concierto comenzó con la pieza “La Obertura Egmont”, una composición de Beethoven que forma parte de la ópera de Goethe, seguida por un segmento con coro de la ópera El Príncipe Ígor, “las Danzas Polovtsianas”, ambas piezas fueron ejecutadas con una pasión conmovedora.
En la segunda parte, presenciamos la obra principal: la Novena Sinfonía de Beethoven, no sin antes escuchar unas palabras del conductor de orquesta Rodrigo Macías, quien agradecía la presencia de todos los oyentes y comentó que la novena sinfonía de Beethoven nos recuerda que cuando los humanos se ponen de acuerdo y se une, logran cosas impresionantes.
De igual forma presentó a una de las mejores orquestas, la Orquesta Sinfónica de México y tres coros excepcionales: el Coro Gradus Ad Parnassum, el Coro de la Universidad Anáhuac y el Coro del Colegio Alemán, dando como resultado un espectáculo endulzante para nuestros oídos.
Finalizamos con una gran ovación del público al escuchar la interpretación de una gran obra, dejándonos a todos con una sensación de energía positiva.
Como dato a destacar, es que en esta ocasión se contó con un área específica para personas sordas donde se les proporcionaron “mochilas” especiales, que son unos chalecos que convierten la música en vibraciones, lo cual les permitió experimentar la música de una manera única y emocionante.
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