Texto: Deftone
Fotografías: @la_mindie
La Arena CDMX se convirtió en una Vecindad, llena de amor, con un ofrenda musical dada por La Maldita Vecindad
Pasadas las 9 pm comenzó el concierto, con un ritual, el saludo a las siete direcciones, para dar la bienvenida a seres de todos los planos, Roco pidió a la gente que se liberara de todo lo negativo que han cargado durante éstos años de pandemia.
Así después de quedar libres de malas vibras y de negatividad, el show comenzó, Roco agradeció al público que los ha seguido desde que hicieron su primer concierto de día de muertos, por allá de 1985, gente que ha crecido con la música de La Maldita, mismos que se la han heredado a sus hijos y nietos, y es que eso es lo bonito de bandas tan legendarias, que su música traspasa generaciones, gustos y modas.
La Maldita por más de tres décadas ha estado en el gusto de las personas, son un referente del ska, del rock, de la música en general mexicana, ya no se les puede encasillar en un género, su sonido ha evolucionado de tal manera que le gusta y nos gusta a todos.
Entre cráneos, bailarines y pirotecnia, la Arena CDMX se convirtió en una Vecindad, llena de baile, de círculos de paz, familias enteras se entregaron a la banda y la banda se entregó a ellos, entre tanta celebración se tomaron el tiempo para rendir un merecido homenaje al Sax y a Rita Guerreo, el primero pilar de la banda, quien se llevó un merecido aplauso por todo el público, Rita ni se diga, una mujer que marcó y dejó huella en la música en español.
La noche seguía, la música sonaba, el público bailaba y no se dejaba nada, todo los daban, la banda, los asistentes, fue así que llegamos al final, al cierre de un magno concierto para festejar y honrar a nuestro seres queridos, en el rock, en la música y en la vida, todos unidos en una ceremonia llena de amor, musicalizada de forma magnífica por La Maldita Vecindad.