Texto: Arturo Santillán
Fotografías: OCESA / Liliana Estrada
Es domingo, un día de descanso y dices: “Estará The Cardigans en el Pepsi Center, ¿valdrá la pena?” … Estamos seguros de que, si te arriesgaste, habrás ganado esta y dos vidas más.
Así es, la noche de este domingo 6 de noviembre, fue una noche llena de magia, aunque no lo mismo el recinto. Si bien, el Pepsi Center se sentía notablemente vacío, la banda sueca, The Cardigans no se agüito y nos dio un gran concierto digno de su regreso a la CDMX después de su última aparición en el Vive Latino, hace dos años.
Pocos minutos después de las 8, sobre un escenario sencillo, sin mayor producción, aparecieron Peter Svensson (guitarra), Lars-Olof Johansson (teclado), Bengt Lagerberg (batería) y Magnus Sveningsson (bajo). Poco después el recinto hizo una enorme ovación al ver aparecer a Nina Persson, gritando al unísono su nombre. Así comenzaron los primeros acordes de “Paralyzed” y el público que claramente era fanático de la banda comenzó a corear esta canción.
Pero nada se comparó con las canciones que le siguieron, siendo entre las más coreadas y ovacionadas: Erase/Rewind, You´re the storm. Otra canción ovacionada y coreada fue “For what it´s worth” (me declaro fan de esta rola), ahí Nina nos deleito con su talento al tocar la armónica y ya de ahí nadie detenía la euforia del público, que por el contrario se sentía cada vez más acelerado.
Vinieron mas temas, canciones como Never Recover, Happy Meal II y Communication. Pero, Cine Frame, ¿apareció el Dr. Simi? Así es, mientras la banda tocaba como si el recinto estuviera a full, apareció sobre el escenario el famoso e infaltable peluche. Ahí la vocalista de The Cardigans nos dio el momento más divertido con este peculiar peluche, diciendo “Nos han aventado varios y no sabemos qué significan. Seguramente quieren decir que necesitamos medicinas, pero muchas gracias”
Ya para este momento no podíamos más de emoción y llegó el momento cumbre, la canción que catapultó a la banda: Lovefool, donde los que no se la sabían la tarareaban y quienes sí, la corearon a gritos ensordecedores.
¿Se podía esperar más? Nuevamente ¡sí!
Se vinieron temas como Marvel Hill, Holy Love, Junk of the Hearts; pero éstas no son la respuesta al sobresalto de euforia, Nina comenzó a cantar Sabbath Bloody Sabath de Black Sabath. ¿Quieren más? Hay más. A ese momento de covereo, le siguió el perfecto español de la vocalista de The Cardigans, entonando ni más ni menos que “Bésame Mucho” y nuestra garganta se secaba de tanto grito.
¡Ya por favor! ¿Qué más viene? Pues llegó “Hanging Around” y “I Need Some Fine Wine and You, You Need to Be Nicer” como ¿un gran cierre?
No, después de 17 canciones la banda se retiró del escenario y regresó a los pocos segundos para, ahora sí, cerrar con Good Morning Joan, Rise&Shine y finalmente Carnival.
¿Ahora sí? Sí, después de 20 canciones, varios momentos de euforia, muchas canciones coreadas y una emoción inmensa, este concierto se queda para el recuerdo de los fans que decidieron salir de su casa en domingo.
No nos queda más que decir:
Gracias Nina
Gracias The Cardigans