Texto: Erik Azpeitia
Toda una eminencia en el mundo de la música de cámara, la prodigiosa Lydia Tar (Cate Blanchett) incluso es reconocida por todos como ‘maestro’. Además de fungir como directora de orquesta en Berlín, una de las mejores del mundo, también da cátedra en las aulas de la misma institución. Sin embargo y a pesar de haber ya formado una familia con Sharon (Nina Hoss), una violinista que interpreta bajo su batuta y Petra, la hija de ambas, Lydia ocasionalmente tiene una tremenda debilidad por alguna de las jóvenes músicos que la rodean y prácticamente perderá la cabeza arriesgándolo todo por esa abrasadora ensoñación.
Dirigida por Todd Field a quien conocemos por Secretos íntimos y En la habitación así como por su amplia carrera como actor en cintas como Tornado, La Maldición y Ojos bien cerrados entre muchas otras, nos llega este exquisito drama que exalta los sentidos por su sobresaliente producción cuyos elementos técnicos y artísticos en cuanto a fotografía y sonido realmente han sido cuidados al detalle, Blanchett no sólo se reafirma como la gran actriz que es, sino que su intensa interpretación también le ha valido nominaciones y la ha hecho acreedora a algunos premios en los festivales cinematográficos más importantes y por supuesto la nominación al Oscar como mejor actriz con una alta probabilidad de resultar ganadora.
Sin embargo, por su ritmo relativamente lento y la extravagante personalidad de la protagonista, Tar podría no ser del agrado de aquellos que no comparten el gusto por la música de la cual se hace gala en este filme cuya duración sobrepasa las 2 horas y media.
