La directora encuentra en Ernesto la oportunidad de hablar sobre sus propias violencias, una película muy interesante y potente” Arturo Garibay, Top Cinema
Su montaje se coreografía con una narración que se centra en las violencias domésticas, vista desde un personaje que las ha vivido y las ha ejercido”, Mauricio Orozco, Apuntes de Cine
Light Falls Vertical o Ahora la luz cae vertical, el documental de la directora griega Efthymia Zymvragaki ha cautivado al público del Festival Internacional de Cine de Guadalajara por retratar dos historias de violencia doméstica, por un lado “Ernesto”, un hombre que se reconoce como victimario, que cuenta a la vez cómo abusaba de su familia y cómo su padre le violentó y le heredó ese maltrato, y por el otro la propia directora cuenta la violencia que vivió en su familia durante su niñez.
Este documental que ya ha tenido un largo camino recorrido por Europa con su estreno en el reconocido International Documentary Film Festival Amsterdam (IDFA) y otros prestigiosos festivales en Barcelona, Múnich y Málaga, llega a México para su estreno latinoamericano en medio de una crisis de violencia en el estado, sobre este paralelismo, la directora nos comentó:
“Estar en este festival es un gran regalo, así que estaré feliz de compartir charlas y pensamientos a raíz de este encuentro que genera la película. Estando aquí en Guadalajara, me genera mayores cuestionamientos que me gustaría compartir con ustedes, en relación con qué puede esta película pequeña de violencias muy comunes y otras mayores. ¿Qué puede ofrecer para todas estas mujeres desaparecidas, para toda esta violencia silenciada e invisibilizada? Para todo lo que en cuanto a violencia y carencia emocional compartimos y hemos heredado colectivamente”
Después de dos funciones en el marco de la 38 edición de la FICG, la directora Efthymia ha caminado con su película un largo trayecto, a través de la cuál ha sido lo mismo cuestionada que aplaudida. Es un documental que explora la violencia doméstica y sus estragos desde dos puntos de vista, la historia principal es del victimario que se reconoce. Y la historia de la propia directora, de cómo huye de su propio hogar para encontrarse en libertad. De fondo, una isla con sus paisajes y una fotografía que logra mantener al espectador cautivo.
“Es un festival que admiro profundamente, que ha constatado su calidad durante todos estos años, tanto en cuanto a la sensibilidad, a la fragilidad y también el riesgo en su selección de programación. Estoy muy feliz. Es una gran oportunidad poder finalmente llegar hasta aquí”, finalizó la directora.