Como seguimiento a su primer sencillo, Alanra muestra una cara más madura y seria para Limón, Sal y Tequila. Una canción sobria y moderna sobre el desamor.
Alan Ramírez, de apenas 20 años de edad, demostró una gran pasión por las artes desde pequeño. Se crió en un hogar plagado de apoyo y comprensión, lo que jugó un gran papel en su decisión artística.
Para muchos, la pérdida representa un obstáculo. Para Alan, una pérdida temprana le mostró un camino de entendimiento y proyección que le permitió comenzar su desarrollo creativo. A los 13 años, decidido por lo que quería y recién establecido en Hermosillo, Sonora, optó por vender su teléfono celular para comprar su primera guitarra y adentrarse en la ejecución como autodidacta.
“Recuerdo cuando tenía 13 años y mi abuelo falleció. Fue un momento muy duro para mí. A los meses, agarré una libreta, mi guitarra y comencé a escribir lo que sentía.”, escribe Alan. Durante su adolescencia, en una autobiografía, Alan reconoció su sueño de ser un gran cantante, músico y compositor; al igual que su ídolo Joss Favela. En 2019, el galardonado y reconocido músico y productor, conoció a Alan a través de un video en Instagram; extendiendo una mano para invitarlo a su estudio y apadrinándolo en el proceso. Entrado el 2023, el sonorense concretó un contrato discográfico con el reconocido sello global Dale
Play y el recientemente inaugurado Sólido Records, compartiendo con artistas firmados como Michelle Maciel en México; y Bizarrap, Nicki Nicole, Duki y Rels B en Argentina y España.
Su segundo sencillo, Limón, Sal y Tequila, llega contundente en el mes de julio para demostrar que el esfuerzo personal y el interés de la industria sobre su proyecto, no llegaron de forma gratuita. Alan habla sobre la idea del poder de una mentira. Cuando alguien te miente, cambia tu perspectiva sobre sí mismo, las cosas no vuelven a ser iguales. Las mentiras generan desconfianza y las relaciones comienzan a desmoronarse desde dentro, de eso habla la canción.
El track presenta un sonido más sobrio que el primer sencillo, Despertando A Mis Vecinos, pero manteniendo el característico sonido del artista donde Alan explora otros aspectos de su musicalidad en Despertando A Mis Vecinos. Pop, dream pop y un toque psicodélico que nos adentra en la vida desértica del norte del país.
La producción del sencillo y el video oficial cumplen con los estándares modernos del género regional, aportando algunos elementos frescos y juveniles que nos ayudan a comenzar a entender la identidad del artista. La amplitud creativa de la producción y composición del sencillo nos deja un gran sabor de boca y muchas puertas abiertas para la experimentación musical.