Texto: Paulina Estrada
Fotografías: OCESA / Lulú Urdapilleta
A casi diez años de su separación, el cuarteto más amado de toda la generación Z volvió con más fuerzas, demostrándonos una vez más que sigue vigente y aun tiene bastante que entregarnos
Muchos conocimos a Kendall Schmidt, James Maslow, Logan Henderson y Carlos Pena Jr siendo niños y niñas, sentados frente al televisor, siguiendo sus aventuras en la ciudad de los Angeles para convertirse en la boy band más exitosa de todos los tiempos. Y esta noche, aquellos gritos, aplausos y hasta bailes del Palacio de los Deportes pertenecen a ellos, que se han convertido en jóvenes adultos y que nunca olvidaron aquella adrenalina que encendía sus corazones.
El escenario contó con la mejor producción, una enorme tarima lo adornaba para que la banda pudiera mostrar sus coreografías, acompañado del excelente juego de luces y humo, claro, sin opacar al baterista, guitarrista y bajista que los acompañaban.
Canciones clásicas como “Confetti Falling” “Music sound better whit U” hasta las recién sacadas como la “Dale pa ya” y la nueva versión de “Love Me Again” rompieron las bocinas del Palacio, siendo recibidas por gritos esordecedores y bailes por todo el lugar, y como cereza del pastel, el cantante Maffio anunció más colaboraciones con la banda, prometiendo un posible merengue.
Ahora bien, las viejas costumbres que ah realizado la banda desde el inicio de su carrera no faltaron, pasando al escenario a las “worldwide Girl”, Chicas que son sentadas mientras la banda les canta su mayor éxito “Worldwide” siendo la sorpresa de la noche una propuesta de matrimonio de una pareja que paso al escenario. Igualmente, gigantes pelotas inflables recorrieron todo el palacio al compas de “If I ruled the World” y para terminar, la banda canto “I want it that way” de la banda Backstreet Boys en ukelele.
Por último, la banda se despidió con el sencillo que inicio todo “Big Time Rush” quienes emocionados, los fans corearon la primera parte de la canción, cataron a todo pulmon y brincaron eufóricos como en los viejos tiempos.
Sin duda, Big Time Rush demostró una vez más, que vino para quedarse, y presentándose con las nuevas generaciones, esperanzados en cembrar aquel fuego que a nosotros nos encantó cuando éramos niños.