Texto: Kevin Ríos
Jackie Chan para mi resulta sinónimo de un par de risas y apreciar buena producción de coreografía y un montaje que la resalta en todo momento. Ride On aquí llamada Dobles de Riesgo es una pieza en la que la leyenda asiática encuentra un modo de unir varias secuencias dispersas en una sola narrativa más o menos concisa que guarda buenos momentos para el espectador.
Es relevante decir que el título en español si bien le hace justicia deja de lado el eje que une toda la cinta más allá de las escenas de acción; un caballo que el personaje de Chan cuida desde hace tiempo y que utiliza para hacer trucos baratos pues esta retirado de su profesión, tiene dos alumnos eso así que le ayudan mientras vive en una especie de proto estudio abandonado y adaptado como vivienda y establo a la vez.
Las escenas de riesgo son constantes y nos muestran el regreso de estos dos a la industria filmica mientras que también nos sirven de pretexto para ver footage de películas previas de Chan bajo una nueva luz ya que el personaje recuerda esos momentos como una buena época que ya ha pasado.
El conflicto central de Chan queriendo conservar su caballo y buscando reingresar en la industria nos lleva a su hija con quien ha estado distanciado y que representa su único arrepentimiento respecto a como llevo su demandante carrera, hay un par de escenas curiosamente bien logradas en donde se pueden explicar visualmente los sentires de ella frente a su casi desconocido padre, la conexión que logran mientras Chan recupera su carrera tiene momentos que realmente logran la sensación y provocan algún sentimiento.
La apreciación de una cinta dentro del mundo de realización de cintas lejos de Hollywood tiene su encanto con todo y que puede volverse muy dispersa entre las secuencias de acción impares enmarcadas dentro de la historia más emotiva.