Texto: Jorge Gonzalez
El último viaje del Demeter -o Drácula Mar de Sangre como la encontraran en cartelera- nos presenta una historia interesante, una adaptación de la obra clásica pero solo de un fragmento del relato completo. El trayecto entre Transilvania e Inglaterra ocupa la totalidad de la cinta, la bitácora del Capitán debiera estar al centro de la narración, aunque este no es necesariamente el caso, lo que es a la vez una ventaja y un problema, les permite construir alrededor por ejemplo, aunque no todas las víctimas tienen la oportunidad de brillar, ese es uno de los puntos débiles de la cinta, con los personajes que si desea trabajar alcanza algún exito, así como en la sorpresa con el orden de las muertes.
Lo cierto es que sabiendo que la cinta es una precuela de la historia central de Dracula no hay mucho espacio hacia donde llegar y si acaso hay alguna sorpresa en el cierre quizá no es entregada de la mejor forma, sin embargo entre este final preconcebido y el arranque hay grandes momentos, no se si los sustos -tanto jumpscreams como ambientales- alcancen a justificar toda la cinta, pero la idea y la ejecución no es mala, de hecho los efectos se sostienen la mayor parte del trayecto, el diseño visual y sobretodo sonoro de la criatura son funcionales.
Los actores que tienen algo con que trabajar realmente se esfuerzan, los interpretes de Clemens y Toby parecen ser los que mejor entregan tal esfuerzo, por otro lado aquellos que tienen roles secundarios más bien sufren tratando de vender sus pocos momentos a cuadro sin siempre lograrlo.
Mientras las cintas poco a poco le dan el paso al mood otoñal de Halloween hay peores opciones que El último viaje del Demeter para ver en cartelera -aunque también es posible que haya mejores.
