Texto: Jorge Gonzalez
El Libro de los Deseos es un título curioso para traducir “La cámara de las maravillas” como la cinta francesa se llama en su idioma original, es una pieza de cine pequeño comercial de ese que de este lado del mundo sale tan desequilibrado -pequeño entre comillas porque se las arregla para ir a Japón, Portugal, Escocia y mostrar nado con ballenas esto último con tomas espectaculares-.
Nos cuenta la historia de una madre cuyo hijo queda en coma y que al descubrir su diario decide cumplir algunos de sus sueños, conocer a sus amigos, entender mejor el mundo que el chico habitaba y aquello que anhelaba; en este aspecto creo que la cinta tiene su mayor fortaleza, en cuanto a los ecos que puede provocar la existencia de una persona en sus seres cercanos y como sus sueños pueden impactar y crear olas en la vida de tales.
Cuando la cinta está enfocada en esto brilla bastante, pero creo que sufre a la hora de decidir un final, el pendiente de la madre con el padre ausente del chico, la resolución del conflicto de salud central que hace girar a la historia quizá nos deja un final que entre abierto y optimista no convenció a la sala que le vió inicialmente.
Por mi parte elijo centrarme en el viaje, ahí donde la historia dice las cosas importantes y generales respecto a los ecos de la presencia de las personas en sus seres queridos y si puedo recomendar la cinta a pesar de su inexacto desenlace.
