Texto: Havok
Ya se encuentra en cines la esperada segunda parte de la aclamada película Joker. Dirigida nuevamente por Todd Phillips, Joker: Folie à Deux continúa la historia de Arthur Fleck, quien, tras cometer un homicidio masivo, se encuentra en un psiquiátrico en un intento por rehabilitarse. Es allí donde conoce a Harleen Quinzel, interpretada por Lady Gaga, y su relación desencadena un conflicto interno entre su deseo de ser una persona normal y su inevitable transformación en el emblemático Joker.
A pesar de las altas expectativas generadas por la primera entrega, este filme presenta un giro notable al incorporar elementos musicales, lo que puede ser tanto una sorpresa como una decepción para algunos espectadores. Las secuencias musicales, aunque están bien ejecutadas, pueden distraer del drama y la acción que caracterizaban a la película original. Con una duración de 2 horas y 18 minutos, algunos momentos pueden sentirse prolongados, lo que podría resultar tedioso para quienes esperaban un enfoque más intenso en la narrativa.
En resumen, Joker: Folie à Deux es una propuesta audaz que podría dividir a la audiencia: si bien ofrece una exploración intrigante de la relación entre Arthur y Harleen, los elementos musicales podrían no satisfacer a quienes buscan una experiencia similar a la primera película. Sin embargo, para los fanáticos de Lady Gaga y del género musical, puede ser un viaje fascinante.