Texto: Fernanda Hernández
Fotografías: OCESA / Liliana Estrada
Los Fabulosos Cadillacs nuevamente rompen récord en su concierto de la Ciudad de México (CDMX), esta vez en el Palacio de los deportes, sus fans más fieles y una multi-generación asiste a rugir junto con el León del Ritmo, tour que celebra sus 30 años del disco.
Toda la noche fue un total carnaval, una fiesta llena de música, alegría y buena vibra de todas las almas que se encontraban en el recinto, CDMX no se cansa de escuchar a los Fabulosos y de seguirlos a donde vayan, pues después de su presentación en el Zócalo del Centro Histórico, vuelven a ser leyenda esta vez en el recinto de la alcaldía Iztacalco arrancando con una intro instrumental, para preparar a su público e iniciar con “Mi novia se cayó en un pozo ciego”.
Un evento lleno de luces y colores que se unían al ritmo de las canciones, que motivaba a la gente, que desde el primer momento, acompañaron todos a Vicentico en cada letra de cada canción, como fue el caso de “Carmela” donde todos comenzaron a saltar y a gritar al ritmo “salta Carmela, que el barco va a naufragar”.
Conforme iba pasando el evento, el recinto completamente lleno, el ambiente y la temperatura aumentando, Vicentico que vestía con un saco negro, que, se despoja de él al iniciar con un maravilloso inicio de “Manuel Santillán, el León”, que los gritos no faltaron, el publico se volvió loco y se escuchaba a todos coreando la canción, mientras otros bailaban al ritmo con tanta pasión.
Al apagar las luces, se escucha una intro muy tranquilo y con el ritmo de las trompetas, las luces azules comenzando a prender una tras otra lentamente, el lugar se comenzó a llenar de luces blancas, de los celulares de todos los fans y de repente comenzó a sonar el ritmo sonoro y tranquilo de las trompetas y comenzar a gritar “Siguiendo la luna no llegaré lejos…”, con tanto sentimiento, personas llorando al sentir las notas de la canción.
Ya casi finalizando el evento, las personas fascinadas, algunas sedientas, con la garganta seca, pero la emoción era más, la adrenalina con “Saco azul”, “Calaveras y diablitos”, “Número 2 en tu lista”, el Palacio de los Deportes estaba a reventar, Vicentico habría espacio para escuchar a sus seguidores corear las letras. Los Cadillacs se notaban muy felices, animados y también disfrutaban tocar, cantar y armar la fiesta.
En las pantallas del escenario al sonar “Carnaval” se contemplaba a todas las almas llenas de euforia, felicidad, tantos sentimientos encontrados, algunos con sus pancartas, algunas con sus playeras, brindando con cerveza, tomándose fotos, conviviendo, riendo recitando:
”Que se te va pasando el tiempo
Y que la vida se te va
Solo te pido que te vuelvas de verdad
Y que el silencio se convierta en carnaval “
Los Fabulosos comenzaban a despedirse y sus admiradores coreaban y aplaudían “oh,oh, oh” al ritmo, ellos regresan al escenario y finalizan con “Yo no me sentaría en tu mesa”, al saber que era la última canción de ese día, miles de seres humanos quedaron extasiados y satisfechos.
